“Desnutrición y sarcopenia (pérdida de masa muscular, fuerza y funcionamiento de los músculos) en insuficiencia cardíaca” ha sido uno de los trabajos galardonado con un segundo premio en la XLI Reunión de la Sociedad Gallega de Medicina Interna, que se celebró este fin de semana en A Coruña.

Esta comunicación la presentaba la residente de la especialidad de Medicina Interna del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, Marta Rabuñal García. 

El Área Sanitaria de Ferrol participó de forma activa con dos trabajos aceptados para comunicaciones orales, tres comunicaciones tipo póster, conduciendo el taller de “Casos clínicos, interactivos en enfermedades sistémicas”, y moderando la mesa “Autoinmunidade y trombosis: novedades y desafíos” y los póster orales. 

Esta profesional parte en su trabajo de que la relación entre la insuficiencia cardíaca y la desnutrición está bien establecida, así como su impacto negativo en la calidad de vida, las complicaciones durante la hospitalización, la estancia hospitalaria y la mortalidad.

Asimismo, se ha llegado a la conclusión de que la sarcopenia es muy prevalente entre los pacientes con insuficiencia cardíaca, e, igualmente, contribuye a empeorar el pronóstico. Por este motivo, Marta Rabuñal considera “importante evaluar tanto o estado nutricional como a presenza de sarcopenia, co obxecto de tratalas cando xa existen, e identificar aos pacientes en risco para poder establecer medidas de prevención”. 

El objetivo que se marca en su trabajo, por lo tanto, es evaluar el estado nutricional y el riesgo de sarcopenia en pacientes hospitalizados por insuficiencia cardíaca en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF). 

Analizar para incluir medidas para mejorar a pronóstico

En su estudio, se incluyeron pacientes mayores de 65 años ingresados por insuficiencia cardíaca en una de las plantas de Medicina Interna y en la planta de Cardiología, entre junio de 2024 y enero de 2025. En las primeras 24 horas de ingreso, el personal de enfermería registra el peso, talla, Índice de Masa Corporal y perímetro abdominal. Posteriormente, se realiza el cribado nutricional mediante un cuestionario específico que los clasifica en función del riesgo, desde más de 12 puntos a menos de 7, en tres grandes grupos con pacientes en estado nutricional normal, en riesgo de desnutrición o pacientes desnutridos.

Si la puntuación es menor o igual a 11, se inicia un registro de ingestas, con el fin de poder adaptar la dieta oral y valorar la necesidad de suplementación calórico-proteica. En pacientes desnutridos, se realiza una interconsulta al servicio de Endocrinología y Nutrición para realizar una intervención nutricional.

Por otra parte, para el cribado de sarcopenia utilizan una escala específica, en la que puntuaciones iguales o superiores a 4 implican riesgo de sarcopenia. En estos casos, se realiza posteriormente la evaluación de la fuerza muscular mediante un dinamómetro o el test de la cadera; y, si alguno de los test resulta patológico, se realizaba una interconsulta al servicio de Rehabilitación para establecer un plan terapéutico de ejercicios durante la hospitalización. 

Se incluyeron un total de 91 pacientes, con una edad media de 79 años (65-97 años), de los cuales el 60,4% eran hombres. Del total de pacientes, 70 habían ingresado en Cardiología y 21 en Medicina Interna. En cuanto al estado nutricional global, el 46,1% estaban en riesgo de desnutrición y el 13,4% cumplían criterios de desnutrición. 

Tras este estudio concluyen que la desnutrición y sarcopenia son altamente prevalentes en los pacientes hospitalizados por insuficiencia cardíaca, con más del 60% de los pacientes con alteración del estado nutricional y más de un 30% en riesgo de sarcopenia. En el caso de los pacientes ingresados en Medicina Interna, menos del 20% mostraban un estado nutricional normal, y el riesgo de sarcopenia superaba el 60%.

 “Estos hallazgos reflejan la importancia de realizar un cribado nutricional y funcional durante la hospitalización de estos pacientes, con el fin de implementar medidas dirigidas a mejorar el pronóstico”. 

Asimismo, resaltan el valor del “abordaje multidisciplinar como elemento clave en el manejo de nuestros pacientes”, concluyen. Y estos trabajos dan cuenta de la visión holística del paciente y no solo de su patología principal.