Han cruzado el charco para recalar, la gran mayoría por primera vez en su vida, en la tierra de la que sus abuelos emigraron. Han dejado sus hogares y familias para tratar de buscar nuevas oportunidades laborales en Galicia. Lo hacen en el marco de la primera edición del Retorna Mocidade, un proyecto con el que la Xunta quiere incentivar el regreso de los gallegos en el exterior, no solo de los emigrados, sino también de sus descendientes.
Esta última condición es la que comparten las diez personas que desde el pasado diciembre se benefician de estas becas en el CIFP Ferrolterra, uno de los tres centros educativos de la comunidad en los que este curso echa a andar la iniciativa –en marcha también en los CIFP Someso de A Coruña y Universidade Laboral de Culleredo–.
Procedentes de Argentina (5), Brasil (3) y Venezuela (2), cada uno recibirá un total de 6.500 euros para afrontar su estancia en la ciudad naval hasta el mes de julio, cuando concluirá el curso de formación profesional de nivel básico de Fontanería, calefacción, electricidad y telecomunicaciones en el que ya están inmersos.
De las 18 plazas que para esta acción ofrecía el centro ferrolano, en un principio se recibieron quince solicitudes, de las que finalmente se formalizaron diez. El alumnado, de entre 17 y 39 años, tiene un perfil variado. Hay algunos titulados universitarios, técnicos de formación profesional y gente que ya estaba trabajando en su país pero que vio en este programa una opción para poder mejorar su situación profesional y personal.
“Yo dejé mi trabajo en Argentina para venir, pues aquí creo que tenemos más oportunidades de futuro”, comentaba recientemente uno de los beneficiarios del programa, al que le gustaría poder traer a su familia. Comparten piso y poco a poco se están adaptando a una ciudad que no conocían pero a la que tildan de tranquila. La experiencia, por el momento, está resultando “rebien”, comenta otra joven procedente de tierras argentinas.
La beca está destinada para cubrir los gastos del viaje, alojamientos y manutención, así como la suscripción de un seguro médico. A un primer pago de 3.700 euros (con el único requisito de estar matriculado), se sumarán otros 2.800 euros en el segundo trimestre del curso (el alumndo tendrá que tener aprobado entonces el 70% de los módulos de la primera parte del plan formativo).
El centro, dice su director Enrique Pazo, tratará de buscar empresas que tengan posibilidades de contratarlos para que, una vez concluyan el curso, puedan quedarse, si lo desean, en la ciudad o en la comarca. Alguno ya ha manifestado incluso su deseo de poder compaginar los estudios con un trabajo, y también ahí contarán con el apoyo del centro.
La valoración inicial de este programa, destaca Pazo, es muy positiva, “porque ademais son uns alumnos que están cumplindo en todo”, destacaba recientemente, durante la visita de la delegada territorial de la Xunta en Ferrol, Martina Aneiros, que intercambió impresiones con los jóvenes. “Temos esperanza de que poidan atopar traballo nestas especialidades e tamén de que esta primeira convocatoria sexa un éxito para para poder traer a máis alumnos en vindeiras edicións, familiares de galegos que precisen un traballo aquí, na nosa terra”, añadía el director.
Juan Fernández Trinidad es el tutor del programa y uno de los tres profesores que, por el momento, imparten las clases, si bien lo más probable es que la cifra se incremente.
El programa, que abordará aspectos relacionados con la construcción, como la instalación de tuberías, de sanitarios o de elementos de climatización; así como operaciones de montaje de instalaciones de telecomunicaciones, tendrán un período de prácticas en empresas.
Serán, en total, 810 horas de formación que podrían abrir las puertas a un futuro laboral para estos diez alumnos que han dejado, al menos de forma temporal, su tierra en busca de oportunidades en aquella de la que hace años emigraron sus abuelos para perseguir el mismo objetivo.