Desde su elección como nuevo patrón mayor de la Cofradía de Pescadores y Mariscadores de Ferrol, Gustavo Chacartegui ha tenido claro que uno de sus principales objetivos para el mandato era dar a conocer la labor del pósito y la calidad del marisco de la ría. Así, desde hace meses, el responsable de la entidad, en colaboración con la Autoridad Portuaria, ha promovido diferentes iniciativas de carácter promocional, como la Fiesta del Marisco durante la Semana Santa o las recientes Jornadas de la Zamburiña.
Sin embargo, pocas ideas están teniendo tanto éxito y tracción social como las múltiples visitas escolares a las instalaciones de la Cofradía en Curuxeiras, que esta pasada semana tuvieron una nueva comitiva de pequeños invitados. El martes, los alumnos de segundo curso de primaria del colegio Tirso se acercaron al puerto ferrolano –en dos grupos, dado que eran dos aulas diferentes– para conocer de primera mano el trabajo de los profesionales del mar y de la propia cofradía, incluida su tienda de venta directa.
Estas visitas, tal y como apuntó Chacartegui, resultan muy especiales para los pequeños, dado que no se limitan a ofrecer un par de charlas –al fin y al cabo los participantes son muy jóvenes–, sino que se intenta hacer de ellas algo único y sobre todo divertido. “Desde la Autoridad Portuaria, cuando los niños llegan a su zona, destinan a un policía portuario para que les acompañe hasta la cofradía, donde ya les estoy yo esperando”, narra el patrón mayor. Para hacer la excursión interesante desde un primer momento, además de darles un obsequio de bienvenida, Chacartegui prepara varias artes tradicionales para que las vean –concretamente una nasa, un aparejo y un raño–, tras lo cual bajan al pantalán para ver a los profesionales en acción.
Así, tras una pequeña charla, Gustavo les enseña a usar una nasa, en la cual, curiosamente, siempre logran capturar una nécora, cuenta el patrón mayor con un guiño divertido. “Se asombran todos, pero es mucha suerte que en diez segundos pique una nécora”, confiesa. Tras esto, los estudiantes se desplazan al interior de la cofradía, donde conocen todo el proceso que se realiza entre la captura de un marisco o pescado, hasta su venta en la tienda del pósito –incluida una pequeña parada en la máquina de hielo, que al parecer es de las favoritas de los pequeños–.
La visita continúa con una charla con el biólogo del pósito, Félix, que explica a los alumnos, entre otros detalles, el proceso de depuración de los mariscos, otro de los que más interés y expectación genera. Tras este último paseo por las instalaciones, el patrón mayor se encarga personalmente de acompañarlos hasta la salida y despedirlos. En total, calcula el responsable de la Cofradía, cada excursión tiene una duración de una hora y media.
Por último, Gustavo Chacartegui señala que la intención es no solo dar continuidad a esta iniciativa el año que viene, sino incluso incorporarla a los campamentos urbanos de verano del Concello. Asimismo, otras entidades de la comarca, como residencias de mayores, también han mostrado su interés por esta clase de visitas, por lo que desde el pósito no se descarta adaptarlas para diferentes grupos de edades de cara al año que viene.