Hace unos días culminaba el ejercicio Marsec 2025 en el que más de 800 miembros de la Armada han hecho frente a diferentes amenazas a la seguridad marítima en 15 escenarios repartidos por todo el territorio nacional.
Al buque multipropósito “Carnota” (A-61), que tiene su base en A Graña, ha sido una de las unidades locales que participaron en este ejercicio, que dirigió el Cuartel General de Fuerza de Acción Marítima desde su sede en Cartagena. Esta quincena de escenarios a lo largo del litoral español han permitido el trabajo conjunto de “más de 60 administraciones, instituciones y empresas del ámbito marítimo”. Estos escenarios han recreado situaciones reales que exigen una respuesta rápida y coordinada entre diversas entidades para garantizar la seguridad y la protección de los espacios marítimos.
Como ejemplo de ellos se realizaron ejercicios de simulación de obstrucción ante una inspección pesquera, en el que tomó parte el A-61 en augas de la costa gallega, próximas a Laxe; labores de protección del patrimonio arqueológico subacuático, que se desarrolló en San Sebastián, una simulación de lucha antiterrorista o un escenario de un incendio en un puerto son solo alguna de las situaciones que han podido emularse.
Durante las dos semanas en las que se ha desarrollado este ejercicio, se ha procurado hacer frente a los riesgos y amenazas actuales que puede enfrentar en cualquier momento la comunidad marítima.
La Armada, junto con otros cuerpos y administraciones públicas, desempeña un papel fundamental en la vigilancia y control de las aguas españolas, de ahí la importancia de ejercicios como estos para adiestrar competencias.
Las actividades que se desarrollan en la mar y se vivieron en este ejercicio incluyen tareas de seguridad marítima, control de la pesca, investigación científica, búsqueda y salvamento, protección civil y lucha contra la contaminación marina, entre otras.
El ejercicio Marsec tiene una periodicidad anual y el principal objetivo es fortalecer la cooperación y el conocimiento mutuo entre las instituciones implicadas en la seguridad marítima, mediante la planificación y ejecución de operaciones que abarcan una amplia gama de situaciones.
Además, este ejercicio es “un reflejo de la estrecha colaboración entre los diferentes organismos y la Armada, que garantiza la seguridad y la protección del entorno marítimo español en y desde la mar”, apuntan desde el Ministerio de Defensa.
El buque multipropósito de la Armada, el A-61 “Carnota”, se entregó a Defensa el año pasado en una ceremonia que se desarrolló en el Arsenal de Ferrol.
Tras superar las diferentes etapas de navalización de la unidad, que se encuadra en la Fuerza de Acción Marítima (FAM), asume múltiples funciones, como hacía en su día el histórico “Mahón”, al que sustituye. La última misión en la que ha tomado parte ha sido este ejercicio Marsec.