La calma parece que ha regresado a los arenales de la zona tras los avistamientos de un buen número de carabelas portuguesas, que obligaron a cerrar al baño algunas playas de Ferrol y comarca como Ponzos y Santa Comba , Pantín o Morouzos, entre otras.
Desde el Concello de Ferrol se aseguraba ayer que con la bajamar se pudo comprobar que, a excepción de algún caso aislado en Santa Comba y en menor medida en Ponzos, el resto de arenales están limpios, y así lo constataban las banderas verdes que ondeaban en la mayoría de las playas del lugar en la pasada jornada. Esta retirada de las mal llamadas medusas, que nos visitan en algún momento casi cada verano, permitió el baño ayer en gran parte de los arenales locales a excepción de las citadas Ponzos y Santa Comba, donde el baño debía hacerse con precaución como indicaba la enseña amarilla.
No son pocas las personas que llaman a este periódico para conocer la situación que presentan los arenales antes de desplazarse a los mismos. “Nos encantan las playas de mar abierto, las de Ferrol, pero no quiero prepararme y organizarlo todo y trasladarme hasta el arenal y llegar allí y que no podamos bañarnos con el día caluroso que hace”, manifestaba un vecino de Monfero.
El Concello ofrece un enlace directo en su página web en el que se puede consultar información detallada sobre el estado de las playas, que se actualiza a diario sobre las 13.00 horas, pudiendo conocer el estado de los arenales a través de sus banderas. No obstante, hay que tener presente que con la subida y bajada de las mareas la situación del mar puede ir variando de forma importante, con presencia de corrientes u oleaje.
En otros arenales de los concellos de Valdoviño y Ortigueira, donde también se cerraron playas al baño por la aparición de estos organismos urticantes, su presencia se ha reducido, si bien el alcalde valdoviñés, Alberto González, no tenía datos ayer sobre la situación actual de sus playas. El de Ortigueira, Valentín Calvín, aseguraba que en Morouzos sigue habiendo bastantes carabelas, "y con estas temperaturas la situación es complicada", apuntó el regidor, quien aseveró que en el resto de arenales el número de ejemplares sí que ha bajado mucho.
El calor siguió presente en las últimas jornadas y las playas se convirtieron en el plan favorito de la ciudadanía, que aplaudía no tener que llegar a los arenales y encontrarse con las banderas rojas que impiden bañarse ante cuestiones varias como la presencia de las carabelas portuguesas. El termómetro registró ayer una temperatura de casi 33 grados y se vivió de nuevo en la zona un día plenamente soleado, con alguna niebla aislada. El día anterior el termómetro rozó los treinta con 28,80º, pero una sensación térmica superior.