Bieito Rubido (Cedeira, 1957) siempre quiso ser periodista y confiesa que “nunca conocí otra vocación”, pues desde antes de hacer las maletas para irse a estudiar a Madrid ya contaba en un periódico ferrolano, como corresponsal, lo que sucedía en la villa que le vio nacer.
Han pasado unos cuantos años desde entonces, pero la curiosidad de Rubido —una de las cualidades que otorga a los buenos periodistas— está intacta. No en vano, ha sabido abrazar el entorno digital hasta moverse como pez en el agua capitaneando “El Debate”.
Este viernes, desde las 20.00 horas, con entrada libre, ofrecerá una conferencia en el marco del centenario del Casino Ferrolano, “el mejor ejemplo de una ciudadanía comprometida con el pulso de la ciudad a lo largo de cien años, testigo de su evolución”, valora.
“La importancia del periodismo local: el caso de Ferrol” es el título de su ponencia, ¿cómo la abordará?
Hablaré de las cabeceras locales y aprovecharé para echarle una bronca a los ferrolanos por cómo dejaron morir “Ferrol Diario” [risas]. Yo hice de corresponsal de esta cabecera desde Cedeira antes de irme a Madrid y también cuando ya estaba allí, en segundo y tercer curso. Profundizaré en cómo era el accionariado de este periódico, cómo nace, cómo fracasa, etcétera.
¿Por qué va a echarnos una bronca a los ferrolanos? ¿Tenemos parte de responsabilidad en el cierre del periódico?
Sin duda alguna. Ferrol siempre fue una ciudad que no supo defender lo propio, ningún lugar habría permitido el cierre de su periódico. Ya lo dijo Torrente Ballester: “Los ferrolanos tienen que inventarse el futuro”. Reflexionó sobre ello cuando empezaba la reconversión naval, que fue un desastre y que se llevó por delante muchas cosas... Recuerdo que yo escribí una columna diciendo que si los ciudadanos eran incapaces de defender la cabecera local, difícilmente iban a poder defender el resto.
No es la suya la única voz que ha hecho un análisis parecido... ¿Cuál cree que es la ‘maldición’ de Ferrol?
A Ferrol le ha faltado una clase dirigente con luces largas. Probablemente, los políticos fueron un reflejo de las propias raíces del Estado que se hunden en la ciudad, con la Marina y los astilleros tan presentes; quizás por ello no se supo crear un tejido fuerte en la sociedad civil y la mayor evidencia fue dejar morir “Ferrol Diario”. Así como A Coruña tuvo la suerte de tener a Paco Vázquez como alcalde, a Ferrol le faltó un Paco Vázquez.
Y ahora, ¿ha notado algún cambio en la ciudad o sigue percibiendo ese espíritu conformista?
Oye, que el Ferrol de mi infancia era la bomba. En los años 60, esto era la leche: un sitio con comercio, con una pujanza, una vida, calles llenas... Di tú que yo era pequeño y veía todo más grande y espectacular. Incluso el de mis 15, 16, 17 años era muy potente, pero empezó a declinar con la reconversión. Ahora mismo veo que atraviesa por uno de los mejores momentos de los últimos 30 años, me lo dice mucha gente e incluso se percibe con el aumento del precio de los pisos. Hay más ambiente, más optimismo... El estado de ánimo es muy importante. Y eso que el Racing ha descendido. Habrá que arrimar el hombro la temporada que viene.
Ha llegado a dirigir una de las cabeceras más importantes de España, pero también fue redactor en medios locales y regionales, ¿en qué lugar, de toda su trayectoria, ha sido más feliz?
Hombre, honestamente, el lugar más feliz para mí ha sido el ABC. Y ahora, por supuesto, estoy muy contento en “El Debate”.
Un periodista tan de papel como fue, ¿cómo se reinventa para ponerse al frente de una cabecera nativa digital?
La esencia del periodismo siempre es la misma: contar un hecho relevante que es de interés para la ciudadanía. Yo mantengo esa tesis. El periodismo empieza siendo cercano, contándole las noticias que le interesan a la gente en lo más inmediato, y después va alejándose, pero siempre pegado a lo que interesa. Así lleva siendo desde Filípides, que se fue corriendo desde Maratón a Atenas a contar que habían ganado la batalla y, después de transmitirlo, se murió. Yo lo señalo como el primer periodista de la historia.
Y los hechos se pueden contar en papel o en una pantalla...
Exacto. Lo puedes contar hablando en la radio, con imágenes en la televisión, con palabras en un periódico de papel o en Internet, donde además puedes mezclar los tres. En este medio, tienes la suerte de que a una misma noticia puedes ponerle texto, audio, vídeo e imágenes. Esto es metodología y es accesorio, la clave es tener la sensibilidad ante las noticias, curiosidad, capacidad de ser ameno... Esto es común a todos. Hacer periodismo digital no es física nuclear.
O sea, lo importante es saber qué es lo que interesa, ¿no?
Exactamente, tener olfato. Eso sí, lo que no se puede es sacralizar la obviedad. A veces, en local ocurre que se sobredimensionan cosas de muy menor rango. A la gente le interesa lo que se suele llamar “el primer kilómetro sentimental”.
Escuchándole hablar con tanta pasión del oficio, parece que en sus planes no está jubilarse...
Dejar de escribir no, pero lo de jubilarme... Hay que saber marcharse de los sitios a tiempo. La vida va más allá, es mucho más que escribir en un periódico. Dicho esto, me apetece seguir y por el momento no está en mi horizonte jubilarme.