Algodón de Azúcar, un apoyo único para el éxito de cualquier celebración

Algodón de Azúcar, un apoyo único para el éxito de cualquier celebración
Christell Felgar puso en marcha Algodón de Azúcar en octubre de 2021 I CEDIDA

Christell Felgar puso en marcha Algodón de Azúcar en octubre de 2021, después de una amplia trayectoria en organización de eventos corporativos. Aunque se dedica a la planificación de todo tivo de celebraciones (y hace un llamamiento a las empresas para que tengan en cuenta sus servicios), en Ferrolterra las bodas son su principal sector. Como “wedding planner”, ella y su equipo son “la mano derecha de la pareja”, explica. “Tenemos que ser la persona en la que confíen para que hagamos la boda que ellos quieren, la que siempre habían pensado”. Fotógrafo, videógrafo, oficiante, pinchadiscos, grupo musical... Todos los detalles pasan por sus manos, incluidas la decoración –para la que incluso crean piezas propias– y la coordinación en el mismo día, para que novios, invitados y trabajadores estén a gusto. 


Aconseja a las parejas que, si piensan en contar con un planificador de eventos, sea la primera llamada que realicen para poner en marcha todo el operativo. “Les vamos a ayudar con los espacios, con el presupuesto, con la gestión del tiempo... Deberíamos ser el primer proveedor al que acudir una vez piensen en casarse”, explica Felgar. “¿Podemos hacer una boda en cinco meses? Sí, y en un mes también la hemos organizado, pero nos limita más porque no hay fechas y no tenemos tanto abanico para abarcar”.


Aunque toda la celebración se adapta a las preferencias de los novios, en las bodas actuales, en general, se da prioridad a la fiesta, a que no haya opción al aburrimiento. Por eso la importancia del apartado gastronómico, sin desmerecer los demás platos, se ha trasladado al aperitivo “porque permite que la gente esté de pie, que se dialogue con los otros invitados, con los novios.... se está más a gusto”, comenta. 


La mayor satisfacción para Christell Felgar es cumplir con los deseos de la pareja y que la jornada, que ella tiene en su cabeza de principio a fin, salga redonda. “Verlos entrar, verlos felices y cuando acaban que te digan ‘He tenido la boda que siempre soñaba’, para mí eso es increíble”, apunta. “Creo que no hay boda en la que no me emocione. Al final es casi un año de trabajo con las parejas, nos conocemos mucho y hay mucho feeling y eso es muy emotivo”, confiesa.

Algodón de Azúcar, un apoyo único para el éxito de cualquier celebración

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