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domingo | 28 abril | 2024
El Partido Socialista exhibe su hoja de servicios en Ferrolterra tras un mandato en el que gobernaron en 13 de los 20 municipios de Ferrol, Eume y Ortegal y que estuvo marcado a fuego por la pandemia de coronavirus, una crisis que se gestionó a pie de calle desde las instituciones locales. En una nave del polígono Río do Pozo presentaron ayer las candidaturas de la zona arropados por la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, y por centenares de personas. Elevaron el tono de la campaña con un baño de multitudes y una dosis de autoestima de cara a las próximas tres semanas.
La política industrial del Gobierno central –en los astilleros de la ría y en ayudas a la transición energética–, el compromiso social con la igualdad y el empleo –ERTES durante la pandemia, reforma laboral, subida del salario mínimo y de las pensiones–, las buenas cifras económicas –récord histórico de afiliados a la Seguridad Social– o la capacidad negociadora ante la Unión Europea –excepción ibérica– fueron algunos de los avales que los candidatos presentaron tanto en clave local como estatal y autonómica, en el inicio de un ciclo electoral con nuevas citas en los próximos meses.
“Hemos vivido muchas crisis, la diferencia está en cómo respondemos y yo celebro cada día que en marzo de 2020 hubiera un socialista en el Gobierno”, apuntó Isabel Rodríguez en su intervención. “¿Qué hubiera sido de este país si al frente hubieran estado los mismos que nos gobernaban en la anterior crisis?”, añadió. “Hemos demostrado que se puede gobernar de otra manera”.
Isabel Rodríguez: "Celebro cada día que en marzo de 2020 hubiera un socialista en el Gobierno"
Rodríguez apeló al estado del bienestar construído a lo largo de los gobiernos socialistas, con la educación, sanidad y pensiones claves en las legislaturas de Felipe González; la dependencia con Rodríguez Zapatero; y ahora con la política de vivienda, un “quinto pilar”. Y ello, insistió, al tiempo que el país crece económicamente y se sientan las bases del desarrollo del futuro, de un “planteamiento económico e industrial que está marcando la senda no solo para nuestro país sino para el conjunto de Europa”.
Los candidatos socialistas que tomaron la palabra –incluyendo al secretario xeral, alcalde de As Pontes y presidente de la Deputación, Valentín González; o al secretario provincial y alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández– acusaron a la Xunta de haber desaparecido en la crisis del coronavirus y agradecieron, en cambio, a la institución provincial y al Gobierno su apoyo.
Bernardo Fernández: "O PP ten a desigualdade gravada no seu ADN político, xamais van traballar para os que menos teñen"
“Fomos os alcaldes os que tivemos que facer fronte a eses momentos máis difíciles e o único teléfono que soaba era o da Deputación provincial e o do Goberno de España”, subrayó Ángel Mato, que opta a la reelección en Ferrol.
Bernardo Fernández acusó al PP de tener “a desigualdade gravada no seu ADN político, xamais van traballar para os que menos teñen” y recordó, como nieto de un fusilado en San Felipe, la política en memoria histórica.
Valentín González apeló a la identidad de un partido “que ten un pé nos soños e un pé na realidade” y dibujó un panorama en el que los socialistas gobernarán también San Sadurniño, Fene, Mugardos o Narón tras el 28-M.
Valentín González: "O PSOE ten un pé nos soños e un pé na realidade"
Intervinieron también el alcalde de A Capela, Manuel Meizoso; el de Valdoviño, Alberto González; el de Cabanas, Carlos Ladra –que pidió tren de alta velocidad–; y los candidatos de San Sadurniño, Juan Alberto Rivera; Fene, Joaquín Ayala; y Narón, Jorge Ulla. Este último fue particularmente contundente con la situación en este concello. “O PSOE é a primeira forza nas eleccións á Xunta, nas xerais e nas europeas e chegan as municipais e somos a muletilla dun partido político que non ten ideoloxía. Iso non pode ocorrer nunca máis. O PSOE volveu a Narón”.
Los candidatos mostraron además su respaldo a los trabajadores de Lidl, en huelga desde hace casi tres meses, que se acercaron hasta el mitin para hacer ver su situación.
