Con el 99% de los votos escrutados, el PP sería el partido ganador de las elecciones, con el 32,5% de los votos, lo que supone 136 diputados, 47 más que en 2019, mientras que el PSOE obtendría un porcentaje casi idéntico, del 32,05%, aunque en escaños se traduciría en un total de 122, dos más que en las últimas elecciones.
Vox sería la tercera fuerza, con 33 escaños, 19 menos, y Sumar obtendría 31 parlamentarios, en otro empate técnico.
Con estos datos, sin embargo, ninguno de los dos bloques sumaría apoyos suficientes para poder gobernar, lo que complica el panorama postelectoral. En este escenario, PP y Vox sumarían 169, cuando la mayoría absoluta está en 176.
Por otra parte, el PSOE y Sumar tendrían un total de 153, lo que tampoco es suficiente para alcanzar la mayoría absoluta.
El siguiente partido en número de diputados sería ERC, con un total de 7, lo que significa una pérdida de seis con respecto a 2019; seguido de Junts, con 7 parlamentarios, uno menos que en las anteriores elecciones.
A continuación, estarían los partidos vascos: en primer lugar, EH Bildu, con seis diputados, uno más que en las anteriores elecciones, y EAJ-PNV, con cinco, uno menos que en 2019.
El BNG mantiene el único diputado que ya tenía en las anteriores elecciones, que correspondería al candidato por A Coruña, Néstor Rego.
Coalición Canaria y UPN tienen cada una un diputado.