Abrumador podría ser la palabra para calificar el nuevo proyecto comercial de Zara en pleno centro de Madrid. Mañana abrirá sus puertas uno de los espacios más grandes de la firma, donde prima la tecnología para "favorecer la autonomía del cliente" que vivirá la compra como una experiencia.
Zara ha presentado este jueves su proyecto comercial más avanzado en el Edificio España, un inmueble histórico frente a la renovada Plaza de España, un eje turístico y comercial que la firma valora, en el que ha creado un interior en el que la moda, la tecnología y la sostenibilidad van de la mano.
Un nuevo concepto de imagen de marca que replicarán en Dubai y Japón, donde seguirán apostando por localizaciones emblemáticas.
Los inmensos escaparates de 15 metros de altura son un reclamo y nada más entrar un código QR nos invita a adentrarnos en una experiencia de compra donde la tecnología está presente en todo el proceso, aunque los clientes más analógicos siempre contarán con el personal de la tienda para realizar sus compras.
El código nos despliega un mapa que ayudará a situar el producto, si previamente se ha visto en la web o a través de la app; también descubrirá si hay nuevas colecciones y con el que se puede reservar con tiempo, también a través del teléfono, uno de los casi 50 probadores, sin hacer la tradicional fila.
"El cliente llega cada vez más informado y sabiendo lo que quiere", comentan fuentes de la firma durante el recorrido, razón por la que quieren darle "mayor autonomía para agilizar su búsqueda o pedir la talla que necesite".
Con esa intención, han habilitado dispositivos donde poder de nuevo con un código QR escanear la etiqueta de la prenda, pagar sin necesidad de pasar por caja con el servicio Pay&Go, y donde quitar la alarma que incorporan los productos.
El punto de devoluciones también incorpora la tecnología, sin necesidad de esperar tras el mostrador, así como el servicio de recogida de compras por internet, que al lado tiene un punto de reciclado de cajas.
Precisamente, entre las novedades, se le ofrecerá al comprador la posibilidad de recibir su pedido en cajas recicladas.
A pesar de que la firma de moda gallega ha ido cerrando algunas de sus tiendas, el aumento de la venta 'on line' no parece que lleve aparejado desaprovechar su presencia en los ejes comerciales de las grandes ciudades.
Según señalan desde la empresa "la implantación de estas nuevas funcionalidades es un paso más en la integración de tiendas y 'on line' del grupo Inditex", para conseguir que el cliente tenga una nueva experiencia de relación con la moda y la marca.
Alrededor de 7.700 metros cuadrados, con 3.800 de superficie comercial útil convierten a la nueva tienda del gigante de la moda en una de las más grandes del mundo, repartida en cuatro plantas que ha distribuido el estudio de arquitectura de Zara, apostando por criterios de ecoficiencia.
En ese sentido, han utilizado una selección de materiales reutilizados como el revestimiento de paredes y techos de celulosa acústica con una proporción del 75 % de material reciclado; microcementos texturizados, además de otros materiales naturales como la madera de roble.
Pero además, utilizan un control de temperatura que se ajusta que en función de la ocupación y de la luz solar, y velocidad de las escaleras mecánicas también está programada para reducir el gasto.
Un interior despojado de ornamentos visibles, pero diseñado para aportar "calidez al cliente", con alfombras y espacios de "showroom", en calzado y complementos, con amplios pasillos donde las prendas son las protagonistas.
Moda para mujer, hombre y niño, un espacio de belleza y el "showroom" de la colección de lencería, disponible desde 2020 solo a través de la web, es otra de las novedades.