Escotet señala las dificultades que conlleva una fusión transfronteriza

Escotet señala las dificultades que conlleva una fusión transfronteriza

El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, se refirió ayer a las dificultades que supone llevar a cabo una fusión transfronteriza dentro de Europa y consideró que es “un poco ‘postureo’” pensar que se van a producir grandes operaciones de este tipo por el esfuerzo que conllevan.


“No hay una mayor diferencia entre una integración pequeña y una grande. El coste, en términos de esfuerzo profesional y tecnológico, es parecido. Pero es verdad que la integración transfronteriza es bastante más demandante”,explicó  durante su intervención en el encuentro de banca organizado por el IESE.


Defendió que en Europa existe una “asimetría regulatoria” que lo dificulta de manera considerable. “Tienen una consecuencia en la integración tecnológica”, añadió, que supone mayor esfuerzo.


“Nosotros lo hicimos con visión a largo plazo (en relación a sus operaciones en Portugal) y tenemos una plataforma multinacional donde los procesos de integración a futuro en otro país serían claramente más sencillos”, afirmó Escotet.


Con respecto a las diversas integraciones que ha realizado Abanca, el presidente de la entidad ha explicado que las operaciones por las que apostó el banco han sido o “muy sinérgicas” o complementarias, con una apuesta por el mercado ibérico.


De esta forma, si en un principio la salida natural de Abanca era hacia la cornisa cantábrica y la zona atlántica, la integración de Targobank permitió al banco llegar al Arco Mediterráneo. “Ya podemos decir que somos un banco ibérico”, destacó.

 

Venta de Pescanova

Por otra parte, Escotet defendió la salida de Abanca del capital de Pescanova con la venta de su participación en la compañía a la canadiense Cooke, que pasará a controlar el 80%.


“Francamente no nos ha dolido”, explicó el banquero, queinsisitió en que, desde la compra de Novacaixagalicia, tenían claro que llevarían a cabo una desinversión ordenada de una cartera de participadas compuesta por unas 370 compañías. 


Su idea es que cada uno debe centrarse en lo que sabe  –zapatero a sus zapatos”– y, en el caso específico de Pescanova, Abanca permaneció en el accionariado porque “hubo que hacer una suerte de salvamento” porque los fondos entendían que lo mejor era liquidar o fraccionar la empresa. 


La razón entonces por la que Abanca decidió tomar el control fue para preservar 12.000 empleos de una empresa “absolutamente estratégica”, recordó. 

Escotet señala las dificultades que conlleva una fusión transfronteriza

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