9º-15º
martes | 4 marzo | 2025
La disputa de una nueva jornada de la Copa Deputación da Coruña no sólo sirvió para que el voley playa volviese a las inmediaciones del lago de As Pontes, si no que esta prueba provincial de base se convirtió en escenario del necesario regreso a “casa” del Club CM Voleibol Ferrol, que retomó su actividad abierta de enseñanza y promoción de esta disciplina hace unos pocos meses.
La pareja conformada por David Guiñazu –exjugador del Intasa San Sadurniño– y Tea Andric –voleibolista del Zalaeta– se encuentran reavivando la llama de una disciplina nunca muerta en la comarca, si bien sí que con sus practicantes teniendo que emigrar para formar con otras entidades, como son el Vigo y el Ourense de cara a hacer frente a citas como la dirimida el pasado fin de semana en la villa o el Circuito Galego de la modalidad.
Con más de una década desde su reconversión a entidad de voley playa –pasando en 2013 a tomar Guiñazu la presidencia del Compañía de María colegial, que se había quedado sin actividad–, Pantín, San Sadurniño y Ares fueron los lugares de su renacimiento, si bien, y tal y como indica el propio Guiñazu desde sus vacaciones familiares en tierras croatas, sus escenarios de trabajo en la actualidad son la playa del Río Meirás, también en Valdoviño, y la pista adyacente al Mesón A Granxa, en San Sadurniño.
Estos deportistas llegan, de nuevo, para sacudir la arena y dar tanto a niñas y niños –a partir de ocho años– como a personas adultas, la oportunidad de conocer y practicar esta disciplina en una comarca que, precisamente, cuenta con grandes e impresionantes arenales, o en su defecto instalaciones adecuadas a la perfección para su desarrollo.
“La gente de aquí no tenía ninguna oferta de clases”, comenta Guiñazu, “no había un lugar para entrenar ni poder competir y ejercer la representación de la zona”. El CM Voleibol busca, al igual que ya había hecho en su etapa anterior, convertirse en ese club local en el que recalar para hacer frente a la campaña –normalmente estival– de esta modalidad, una vez finalizada la de pista. O simplemente promocionar esta disciplina entre todas las personas interesadas.
“Tenemos grupos de niños de iniciación y también de adultos”, comenta el dirigente, “en el que incluso forman padres y madres de los alumnos más pequeños, y se animan también a competir, en pruebas tanto federadas como amateurs”. Una “familia playera” que opta por esta disciplina no sólo como práctica deportiva, sino también como una forma de pasar tiempo divertido y de calidad con los suyos.
El CM Voleibol regresará a la actividad en septiembre, tanto con la gente que ya realizaba esta actividad previamente como con aquellas personas interesadas en probar o mejorar en esta disciplina. “Todo el mundo está invitado a participar”, señala el deportista cuya intención es, asimismo, darle continuidad a este deporte también en otras estaciones “con clases esporádicas cuando el tiempo lo permita”, deseando asimismo algún día poder contar con “un espacio adecuado para este deporte”.
“Queremos que este deporte crezca”; sentencia Guiñazu. Y por su parte, ya están poniendo su granito de arena, a la espera de aumentar en breve la familia para contar, a buen seguro, con un nuevo voleibolista en la familia. Felicidades.
El alumnado del Club CM Ferrol tuvo una destacada actuación en la competición pontesa –escenario este fin de semana de una nueva prueba–, con la presencia de más de 140 parejas. Edel Bouza finalizó con doblete en el lago de la villa, haciéndose con la primera plaza en alevín –con Xalo Fojo– y el bronce en infantil con Pedro Rico. En sub 19, sus compañeros Samuel López y Gabriel Campos, rozaron el cajón al ser quintos.
