Un auténtico choque de locomotoras, sin duda, será el que esta tarde ofrezcan en la pista de Esteiro –18.00 horas– el Valdetires Ferrol y el Almagro. Tomando la salida desde su habitual lugar de concentración prepartido, la cafetería Golden, una formación verde que no sabe lo que es perder en Esteiro en este ejercicio, cediendo sólo tres empates en su fortificada estación. Mientras, haciéndolo desde tierras de Ciudad Real, un Almagro que llega a la pista ferrolana habiendo ganado todos los encuentros disputados fuera de su particular fortaleza.
Una balanza que puede quedar desequilibrada esta tarde en una pista que se espera llena para arropar a las suyas en este primer paso de regreso a Primera una década después. Un Valdetires que entra en este playoff por la puerta grande, tras un exigente fin de liga que ha hecho que las de Manuel Lombardía lleguen con las llamas más vivas que nunca en su caldera.
“Estamos muy bien. Bien preparadas del cómo y el porqué”, señala un experimentado Manuel Lombardía en la que está siendo una fructífera segunda etapa en el banquillo verde. El preparador lo tiene claro, y las armas de las suyas para hacerse con este primer combate pasan por ser ellas mismas. “Hay que jugar como siempre lo hacemos en casa, muy ordenadas y superintensas”, apunta el preparador, que hace un llamamiento a la casta de su equipo para poner la primera piedra en el camino a la elite. “Tenemos que marcar nuestro propio ADN”, subraya Lombardía, que no es otro que esa vehemencia que, precisamente, las ha hecho optar al título liguero del grupo 1 hasta el último partido de la fase regular.
Esa con la que espera seguir manteniendo el muro invicto que rodea Esteiro, sin asustarse de la condición de gran visitante de su adversario. Al contrario. “Para las jugadoras y para mí es un gran aliciente”, apunta el preparador pocas horas antes de ese primer duelo tan esperado en las filas ferrolanas. Eso sí, y a pesar del exhaustivo estudio realizado en las filas verdes desde que conocieron a su primer rival de playoff –situación que, sin duda, sucederá a la inversa–, cómo será el encuentro ante el Almagro “es una incógnita”, como apunta el preparador.
Lo que no es un secreto es el buen momento en el que llega la escuadra verde, prácticamente con las mismas caras que un pasado ejercicio en el que, asimismo, alcanzó esta fase final por el ascenso. “A diferencia de la temporada anterior que se llegó con más nervios, esta las jugadoras han crecido y tienen mucha más experiencia”, relata Lombardía, especialmente refiriéndose a las más jóvenes de una plantilla sobradamente preparada para dar el salto de categoría.
El único pero en lo que se espera sea una auténtica fiesta del fútbol sala en el pabellón de Esteiro será la baja de dos de sus pilares por motivos personales: Pipi y Sheila. Mientras, la buena noticia en las filas verdes es la presencia de Carol. La jugadora, que sufrió un golpe en el choque ante el Rodiles y le tuvieron que dar puntos en la cabeza, se reincorporó al trabajo en la jornada del jueves y “se encuentra bastante bien”, señala satisfecho su técnico, al poder contar con esta importante jugadora y, asimismo, ampliando su rotación.
Lombardía confía. Confía en ver una grada llena –”casi lo estuvo contra Bembrive, Vilalba, Majadahonda... No fallan en los partidos importantes–, confía en sus jugadoras y, sobre todo, confía en ganar. “Siempre me veo haciéndolo”, señala, y así se lo transmite a las suyas para que, de nuevo, la “bomba” Valdetires provoque, ahora en casa, otra explosión de alegría.