En su primera año en las filas racinguistas, si bien el quinto por tierras gallegas, el barcelonés Josep Señé, ha sido titular indiscutible en todos los duelos disputados –once– por la formación verde, incluido el del pasado lunes en el que el visible cabreo del catalán al ser sustituido en el minuto 82 reflejó, sin filtros, el sentir de la plantilla ferrolana.
“Fue por la derrota, las malas sensaciones tanto individual como colectivamente”, comentaba el jugador, si bien rápidamente añadía que “al final esto va tan rápido que tampoco te puedes lamentar demasiado, porque en tres días tienes otro”. “El partido no fue bueno y por eso perdimos, poco más”, sentenciaba el central, señalando a las pérdidas, falta de posesión y rapidez del Levante como algunos de los puntos claves de su traspié, de nuevo fuera de casa. Dejando ya atrás un choque ante uno de los equipos que, a priori, “va a estar arriba, pero tendríamos que haber ganado y no pudimos”, el futbolista verde pasa página. Esta obligación de puntuar es ahora más acuciante ante uno de los rivales de “su” liga, como es el Eldense este domingo que, si bien más cercano a las posiciones de peligro que los de Parralo, su desventaja es de sólo cuatro puntos. ”Viene un equipo que va a estar peleando como nosotros”, comenta Señé, “va a ser un partido duro, muy duro”.
Y si de inicio el duelo ante el que se prevé un rival directo por la salvación es ya complicado, éste será, además, el primero de los tres choques que los racinguistas afronten en casa en horario de sesión vermú. Una hora que, lógicamente, no resulta del agrado de unos futbolistas que, al igual que la afición, como apunta el propio jugador “entendemos el fútbol por la tarde. Personalmente no entiendo mucho este horario, pero ahí la televisión es la que marca y nosotros, a hacer lo que digan ellos”.
Y si no quieres caldo, toma, en este caso, otras dos tazas, porque tras el duelo ante los de Elda vendrán, también en A Malata, el Andorra y el Burgos. “No nos gusta, es raro, pero tenemos que acostumbrarnos”, a, por ejemplo, comer a las once “o incluso antes para llegar en condiciones al partido y, después no sé si merendar o comer”, añadía entre risas de conformidad el jugador, “te adaptas”.