Sara Guerrero, la vida sigue en tiempos del coronavirus

Sara Guerrero, la vida sigue en tiempos del coronavirus
Sara Guerrero trabaja en casa y hace bicicleta sobre un rodillo

Como a todos, la fulgurante propagación del coronavirus en España y la declaración de estado de alarma la cogió por sorpresa, en su caso, lejos de casa, en Huelva, donde ese mismo fin de semana, el del 14 y 15 de este mes, debía disputarse la Copa de Europa. La competición continental fue una de las primeras en “caer” de un calendario internacional que, desde entonces, ha quedado paralizado. 
La incertidumbre le pesa, pero la triatleta naronesa Sara Guerrero trata de paliarla con optimismo y, sobre todo, mucho trabajo, el que realiza, a través de plataformas virtuales con sus compañeros y entrenadores. Aunque habitualmente su vida se desarrolla en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, desde que comenzó el estado de alarma ha hecho de su casa de Narón su centro de operaciones con la tecnología como principal aliada.

“Mis entrenadores han diseñado un plan de trabajo virtual, a través de las plataformas Swift y Zoom. Nos conectamos y lo hacemos todos juntos. Por la mañana hacemos rodillo y por la tarde prevención de lesiones y ejercicios de fuerza y resistencia, más o menos como si fuésemos al gimnasio”, explica. Lo de nadar resulta imposible en estas circunstancias y, por ahora, correr también es complicado –”me muevo por el pasillo”, bromea– hasta que le llegue la cinta que ha adquirido. “Si me paso más de un mes sin correr no solo me va a costar mucho entrar en estado de forma a la vuelta, sino que incluso me puedo lesionar”, explica.  

Cuando la tenga a su disposición, una aplicación le permitirá simular compartir carretera con todas las integrantes de su grupo de entrenamiento y “a través de cámaras y unos sensores de potencia, lo entrenadores podrán ver en directo nuestro trabajo”. 

Un ambicioso plan –dadas las circunstancias– con el que Guerrero quiere mantenerse activa y lo más en forma posible por si finalmente pudiese acometer alguno de los objetivos que se había fijado para esta campaña. En su último año en categoría sub 23, el Campeonato de Europa de este grupo de edad era su prioridad, pero también la clasificación para el Mundial junior. Ahora, con todo en el aire, ni sabe cuáles serán los criterios de selección para acceder a esta cita o al Mundial, ni siquiera si se celebrarán. Por eso, es tajante: “Entreno para lo que venga. Y lo que tenga que venir será bienvenido”, sentencia.

Estudiante de cirugía maxilofacial y deportista de elite, Sara Guerrero ha llevado en los últimos años una vida frenética de estudios, entrenamientos, viajes, competición... Por eso, lejos de venirse abajo, trata de aplicar su característico optimismo a la situación de confinamiento y disfrutar de los pequeños placeres que las circunstancias le ofrecen. 

“Pasar tiempo con mis padres” es uno de ellos, pero sin olvidar las “largas siestas, pintar, cocinar... Mientras que no podamos entrenar como nos gustaría, tenemos que hacer otras cosas que normalmente no podemos”, reflexiona y recuerda que “como todo en la vida esto también va a pasar. Ahora vamos a tener unos meses difíciles, pero espero que poco a poco nos vayamos recuperando y podamos volver a la vida normal”.

Para ello, amparada en sus conocimientos sanitarios, recuerda la importancia de “mantener unas normas de higiene óptimas, lavar bien las manos, desinfectar lo que se pueda, pero tampoco obsesionándose, y, sobre todo, que no salgan a la calle, porque cuando más salgan, más tiempo vamos a tener que quedarnos cerrados en casa”.

Sara Guerrero, la vida sigue en tiempos del coronavirus

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