Mientras que el Racing ya está matemáticamente descendido a Primera RFEF, el Zaragoza se encuentra en plena lucha por mantenerse en Segunda. Pero la importancia del partido, a falta de cinco jornadas para el final del campeonato, no ha animado a la afición maña a desplazarse a Ferrol para presenciar el partido. A pesar de que el club aragonés quería facilitar el desplazamiento a sus seguidores, el hecho de que solo se hayan vendido una veintena de entradas hace inviable esta posibilidad.
Así que, mientras que la escuadra de la ciudad naval jugará con la tranquilidad de no tener nada que hacer en la tabla clasificatoria, su rival lo hará con la tensión de que su principal contrario por evitar el descenso, el Eldense, puede superarlo. Es algo que el cuadro verde tratará de aprovechar para, al menos, cosechar una victoria que endulce un poco al sabor amargo derivado de su descenso a Primera RFEF.