El Racing interpretó a la perfección el papel de protagonista en una película en la que, desgracidamente, el colegiado González Díaz también quería su rol y así lo hizo notar. El grupo de Cristóbal Parralo se pegó el balón a los pies en los primeros minutos de partido, mostrando sus cartas ante un Huesca que acogió de buen agrado su condición de secundario, dejándole el balón a los verdes. Correa y Dorrio dieron sus primeros chispazos en A Malata y el primer córner racinguista llegó tras sólo dos minutos.
Los oscenses despertaron un momento de su hibernación con Soko sacudiéndose la pereza, después de que los suyos subiesen líneas, con la “torre” Puric salvando de nuevo. Vilarrasa se unió al resurgir del camerunés también sin éxito. Y aquí González Díaz mostró también sus cartas, en esta ocasión, su tarjeta, amarilla a Correa en una contra oscense. Y de esta imagen a la que tuvieron que consultar en el VAR cuando toda A Malata celebraba ya un nuevo gol del “rey” Jauregi. Y es que si la pasada semana el metro dio por válido el gol de su compañero Giménez, en esta ocasión la vara de medir dio la respuesta contraria. Fuera de juego, el electrónico de nuevo a cero y gritos de “fuera, fuera, esto es un atraco”, con el botín más grande todavía por llegar. Tras este no gol, el protagonismo pasó al meta Jesús Ruiz, con una mano salvadora tras una falta de Soko.
Fueron los minutos en los que el Huesca consiguió quitar un poco de aire a los verdes, que rápidamente sacaron la cabeza fuera del agua con una bola peinada por Álex López a la que no llegó Jauregi y con Dorrio pocos minutos después tirando por alto, en esta ocasión con la manopla de Juan Pérez como salvadora. Un guante que se volvió a elevar para otra gran parada del cabezazo de un “llego a todo” Manzanara. El Huesca aparecía de manera esporádica ante un Racing mucho más activo, en la medida de lo que las decisiones arbitrales se lo permitían.
Así, una jugada creada por Jauregi y casi culminada por él mismo demostró que el Racing quería romper la estadística, con los oscenses bajando el volumen de la música a la que le hacía bailar el grupo verde. Un musical que perdió a uno de sus actores con la lesión, Señé, entrando Álvaro Sanz. El Racing siguió escribiendo su guion y de nuevo Pérez evitó el giro con una pelota peinada por Jauregi.
Y de una clara ocasión verde, a otra blanca, merced a una pérdida del recién llegado Sanz, y un foco no pedido por el capitán Álex López. Una falta sobre Diego González le pareció al asturiano motivo para dejar al Racing con diez y el equipo ferrolano perdió a otra de sus estrellas. Eso sí, entre una sonora pitada.
Un ruido que también acompañó el inicio de la segunda mitad y que para nada favorecía a un Racing con el rol de líder. Con uno menos, el film verde tuvo, obligatoriamente, que cambiar líneas en sus páginas. Si bien, y con diez sobre el césped, seguía el Racing buscando su merecido premio, aunque todavía un tanto noqueado por el convulso final de la primera mitad.
Con, ahora, el primer objetivo de no perder, A Malata tuvo su alegría en forma de regreso, el de David Castro, que volvía a un encuentro oficial más de cinco meses después y, un poco más tarde, el campo ferrolano se puso de nuevo en pie para recibir al “remodelado” Aitor Buñuel.
Y fue precisamente Castro el que pudo, en su retorno, hacer el primero “oficial” para los suyos, si bien el de Cuntis no llegó tras un lanzamiento de esquina. Con el Racing dando mucho más que su rival, el Huesca esperaba, con Naldo erigiéndose como portero del muro racinguista. Un conjunto de Parralo que lo peleó en una recta final en la que el desenlace bien podía haber sido otro.
Álvaro Giménez volvió a aprovechar un resbalón visitante para llevar el balón a córner, con el ilicitano quedándose de nuevo a medio camino tras un centro del otro Álvaro, Sanz. Un último saque de esquina racinguista se leía como una posible última ocasión, con Giménez corriendo hasta la meta oscense y cayéndose de camino sin encontrar a nadie. Y, al igual que hace siete días, en la prolongación casi se produce el milagro, pero, en un duelo de cruz, Álvaro Giménez no lo pudo celebrar. Una película verde en la que los de Parralo saborearon un punto, el Huesca otro y podría decirse que González Díaz el tercero.
Racing Club Ferrol: Jesús Ruiz, Rober Correa, Puric, Naldo, Álex López, Jauregi (Chiki, min. 64), Josep Señé (Álvaro Sanz, min. 42), Gelardo (David Castro, min 64), Fran Manzanara, Dorrio (Álvaro Giménez, min. 77) y Moi Delgado (Aitor Buñuel, min. 77).
Banquillo: Bernard, Yoel (porteros suplentes), Delmás, Álvaro Sanz, Chiki, Nacho, Bebé, David Castro, Manu Vallejo, Álvaro Giménez y Aitor Buñuel.
SD Huesca: Juan Pérez, Toni Abad (Rubén Pulido, min. 90), Jordi Martín (Sergi Enrich min. 61), Loureiro, Javi Mier (Javi Pérez, min. 74), Pulido, Diego González (Javi H. Min. 46), Soko, Vilarrasa, Unzueta y Kortajarena.
Banquillo: Jiménez, Adrián Pereda (porteros suplentes), R. Pulido, Javi Pérez, Sergi Enrich, Blasco, Hugo Anglada, Javi, Álex Fita, Marc Torra, Ayman y Axel.
Árbitro: González Díaz (colegio asturiano).
Asistentes: Novoa Hernández y Fullá Planas (colegio asturiano y catalán).
Cuarto árbitro: Ruipérez Marín (colegio castellanomancheco).
Tarjetas amarillas: Racing Club Ferrol: Correa (min. 13), Manzanara (min. 48), Jauregi (min. 47). SD Huesca: Pulido (min. 49), Kortajarena (min. 83).
Tarjetas rojas: Racing Club Ferrol: Álex López (min. 45+2)