Hugo López, judoka bronce en el Estatal infantil: “Para mí entrar en el tatami es una terapia, cambias el chip”

El naronés cierra una gran campaña en la que sólo perdió un combate
Hugo López,  judoka bronce en el Estatal infantil: “Para mí entrar en el tatami es una terapia, cambias el chip”
El judoka de la AD Ferrolterra, con su medalla de bronce | d. alexandre

El naronés Hugo López (9-07-2011) luce orgulloso y sonriente su reciente bronce logrado en el Campeonato de España infantil de Huesca. Lo hace en uno de los días de entrenamiento que acude al Utopía Fitness Club de Narón –completa su trabajo en Fene y “los sábados y domingos hago físico o voy a correr. Es una preparación física, técnica y mental necesaria para llegar ahí”, apunta–, al que acude con su padre Alberto López, “Pitu”, otro conocido nombre del judo local, y es que de casta le viene, en este caso, al ya joven medallista nacional. 


Con el constante apoyo de su familia, de su entrenador y técnico de la selección gallega Alberto Castro, encargado de la AD Judo Ferrolterra, y de sus compañeros, este alumno del CPI do Feal ha cerrado con este broche de bronce una gran campaña, su última infantil.  

 

Llegabas al Nacional habiéndolo ganado todo y como líder del ranking de Copas, ¿qué sentiste al subirte al podio?
Ilusión por conseguir una medalla que no teníamos, por ver el trabajo que hicimos en toda la temporada que fue, la verdad, bastante buena: seis competiciones, seis medallas, cinco oros y un bronce. Y en un Campeonato de España siendo mi segundo año en infantil fue un orgullo, una ilusión. Es una nueva meta conseguida, una felicidad más, porque lo pasamos muy bien.

 

Ibas como favorito para el título ¿esperabas quizás un poco más?
Sí, perder semis yendo primero del ranking y sin haber perdido ningún combate en toda la temporada...te bloquea un poco. Pero luego ganas el bronce, lo piensas y, al principio, te sabe a poco al ir como favorito, pero piensas en todo el trabajo que has hecho y estás muy contento con la medalla. Íbamos como favoritos y al serlo todos te quieren ganar. Fue un mal combate, una mala gestión...

 

¿Eres consciente de que eres uno de los mejores judokas españoles de la categoría?
Somos conscientes de que lo somos, que hemos hecho un trabajo espectacular, que si estamos ahí es por algo. Es por todo lo que venimos a entrenar, por los siete días que venimos a hacerlo, por el esfuerzo que dedicamos y por todo el trabajo de la temporada. Todo lo que nos ha enseñado Alberto –Castro–, todo lo que hemos practicado y compartido entre nosotros es lo que nos ha llevado a estar ahí.

 

No hemos conseguido el objetivo, que era el oro, pero hemos conseguido una medalla nacional. Eso pesa mucho y están orgullosos de mi

 

¿Qué te dijo tu familia, tus amigos y compañeros al ganar la medalla?
Me han dado la enhorabuena y es un orgullo, porque no sería posible sin ellos. Entrenando solo no llegarías ahí, ellos son los que me han ayudado a entrenar, los que me han ayudado a prepararme. Mis padres me han dicho que lo hemos conseguido, que es para lo que hemos trabajado durante toda la temporada, para lo que hemos entrenado para llegar ahí. No hemos conseguido el objetivo que queríamos, que era el oro, pero hemos conseguido una medalla nacional. Eso pesa mucho y están muy orgullosos de mi.

 

¿Lo celebrasteis de alguna manera especial?
No, mirar a la grada, mirar a mi entrenador, un beso a mis padres y luego al salir hice una “A”, de mi mejor amiga, Alejandra Guerra, que es de Cantabria y me han ayudado mucho, también Claudia Muñiz. Me han ayudado mucho a recomponerme después de perder esa semifinal, que sales fastidiado, muy mal, con la cabeza perdida, diciendo no tengo noción... Ellas me consolaron y ayudaron a pelear por ese bronce y conseguirlo. Y gracias a ellas lo conseguí y se lo dedico. 

 

¿Dónde lo vas a guardar?
Está colgado en el salón, con el resto de trofeos de toda esta temporada. Una estantería y un colgadero de medallas para tenerlas todas organizadas. Ojalá en algún momento ya no me cojan y que otra habitación sea para medallas –ríe–.

 

Sabiendo que tu padre es quien es, la pregunta de cómo empezaste en el judo quizá se responde sola...
Empecé de pequeñito. Me trajo mi padre por primera vez con dos años y medio al tatami y empecé ya. Lo hice con esta pasión que me ha transmitido mi padre. Él siempre me ha dicho que tengo que disfrutar del deporte que yo quiera hacer y como de pequeño me trajeron a judo, me quedé con él. Es un deporte que me encanta, un deporte que me relaja, un sitio donde tranquilizarme, donde desahogarme, donde estar a mi bola... Tengo un gusto especial por este deporte y sobre todo al compartirlo con la gente que tenemos. Es un club que me ha tratado siempre muy bien y han estado siempre para mí. Me relaja porque llegas aquí, cansado, estresado, haces una cosa que te gusta, estás en tu mundo, concentrado en lo que te gusta. Es una manera de desahogarte, trabajar cosas que te divierten y es una terapia para mi entrar al tatami, cambias el chip completamente. 

 

Ver lo que han logrado algunos de mis compañeros es una meta. Son una liebre y yo tengo que ir detrás de ellos, intentar cogerlos.

 

¿Qué objetivos tienes ahora?
Entrar en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva –CGTD– para el año que viene, primer año de cadete. Sería otro objetivo más cumplido. Tenemos muchas posibilidades al tener medalla nacional y me llevo muy bien con la gente que está dentro, con los entrenadores Laura Bajo y Marcial. Desde que me clasifiqué para el de España el año pasado Laura me ha dado un voto de confianza especial y siempre ha estado para mí. El año pasado ya me vio destacar y eso que no lo hice bien. Este año le prometí sacar el oro, no lo he conseguido pero hemos sacado el bronce.

 

Y si entras estarías, además, con tus compañeros June Moreno y Mario Tenreiro
Si entro también es otra manera de compartir el judo con ellos, porque me han ayudado muchísimo muchísimo, esta temporada a prepararme. Tienen mucha experiencia y hacerlo con ellos me ha ayudado a tener más confianza. Ver que ellos lo han logrado, eso es como una meta. Son una liebre y yo tengo que ir detrás de ellos, intentar cogerlos . Son mis referentes. 

 

De Sheldon a Mario Tenreiro: “Mola tener un grupo de confianza”

Con más de una década pisando tatamis, compañeros y técnicos han visto crecer a Hugo, tanto personal como deportivamente, si bien este crecimiento, para muchos todavía no es suficiente para este fan del “Joven Sheldon” y de, gracias a su padre, películas como “Niños grandes” o “A todo gas” –”puedo verlas una y otra vez”, señala–.

 

¿Te llaman de alguna manera en el club?
Siempre me han llamado canijo, porque desde pequeñito era muy bajito, el enano de club. Es un mote con cariño y me es indiferente. Siempre me tratan con un cariño especial, campeón, enano... Me giro cuando me lo llaman –ríe–.

 

¿Tienes alguna manía antes de competir?
Me han dicho que en el Nacional antes de entrar siempre estoy con un tic, que es tocarme las orejas. Porque siempre es una manera de dejar de escuchar a la grada y concentrarte en el tatami, centrarte en lo tuyo, sólo está el tatami y tú.

 

¿Qué compañeros te sacan una sonrisa?
Mario Tenreiro, Xabi Leira, Carlos Botana, Pablo... Son esa gente que sabes que están ahí y que si necesitas algo ellos van a estar para todo. Mola tener grupo de confianza, de amigos. 

 

 

 

Alberto Castro: “Tiene el judo metido en la cabeza y su objetivo es ser campeón”

Alberto Castro conoce a la perfección a su pupilo, ahora un chico de 13 años que pisó su tatami por primera vez con poco más de dos años. “Es de destacar su actitud. Lleva desde los dos años haciendo judo, entrenando todos los días, viene a clase de los mayores desde que tiene cinco añitos y con seis años cuando estábamos comiendo estaba viendo videos de judo”, cuenta Castro. “Tiene el judo metido en la cabeza, su objetivo es ser campeón. Quería ser como su padre y ya lo mejoró. A ver si puede estar en el CGTD y a seguir luchando a ver si sigue el camino de June –Moreno– o lo mejora”, añade el técnico. 

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