Dolorosos traspiés de Narón y Dispesan Café Pontedeume

Dolorosos traspiés de Narón y Dispesan Café Pontedeume
Los de Narón ven más cuesta arriba esta recta final de campaña | j. meis

Dispesan Café Pontedeume y Narón Ferrolterra cosecharon sendas derrotas en la decimoséptima jornada liguera. Unos traspiés, sin duda, mucho más duros para unos que para otros.

Y es que con la salvación ya prácticamente en el bolsillo, el grupo eumés plantó cara al líder Porriño, ante el que cedió por un ajustado 28-31 –nada que ver con el 42-18 de una primera vuelta en la que los de Deus llegaban en un momento complicado–. La formación local se mantuvo por delante de los pontevedreses durante prácticamente toda la primera mitad del choque, si bien en la recta final el Porriño consiguió recortar esta distancia para dejar el marcador con empate a 15 tantos al descanso. Y es que mientras que a la escuadra entrenada por Deus ya le salen las cuentas para estar una campaña más en la categoría, a los pontevedreses todavía no para mantenerse en las dos primeras posiciones, por lo que echaron el resto ante el conjunto eumés. En la segunda mitad, los visitantes le dieron la vuelta al choque, si bien el Pontedeume estuvo siempre rozando la remontada, colocándose a uno de distancia. Errores propios y el acierto porriñés dejaron de nuevo a las puertas de doblegar a un grande a los de la villa.



Narón


Por su parte, más dolorosa fue la caída del Narón Ferrolterra en su choque ante el Seis do Nadal (31-24), un rival directo en la pelea por la permanencia. A los de Rubén Fernández se les complica la salvación tras un duelo en el que el balón no quiso entrar, a pesar de las numerosas llegadas de los amarillos.

Balones al palo, al portero, errores a la contra.... manteniéndose en el choque gracias a una defensa más organizada y llegando al descanso 11-8. El inicio de la segunda parte se mantuvo esta diferencia, si bien en los últimos minutos, e intentando apretar para poder hacerse con el triunfo, el Narón cayó en una prisa “fallona” que ayudó a que los vigueses aumentasen su renta ante la creciente desesperación visitante.

Dolorosos traspiés de Narón y Dispesan Café Pontedeume

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