La presencia en la sala de autoridades de A Malata de más del 74% del accionariado del Racing Club Ferrol permitió la celebración, en primera convocatoria, de la junta general de accionistas de la sociedad anónima deportiva. En ella, con el presidente, José María Criado, el consejero delegado, Manuel Ansede, y el secretario, Eduardo Ferreiro, como encargados de dirigir el acto, se siguió el orden del día previsto y se aprobaron por unanimidad todos los puntos que había.
En primer lugar se examinaron las cuentas de la temporada pasada, la 20/21, que se saldaron con unas pérdidas de 1.341.202,65 euros –casi medio millón más de los que inicialmente estaba previsto–. Los responsables de la sociedad anónima deportiva achacaron este hecho, sobre todo, a falta de ingresos, tanto de entradas como de patrocinios, por culpa de la pandemia. “Pero la situación está controlada”, dijo el respecto el consejero delegado, Manuel Ansede.
También se explicó que parte de este saldo negativo se debió a la falta de la ayuda que el Consejo Superior de Deportes debía abonar a los clubes y que está reclamada tanto por el Racing como por las demás entidades perjudicadas, punto tras el que se leyó la memoria deportiva del año anterior.
Además, también salió adelante la votación acerca del presupuesto previsto para la campaña 21/22, que asciende a 3.474.104 euros, cantidad de la que la mayor parte está destinada a los gastos de personal, q ue se llevan un total de 2.77.896 euros. En él está contemplado un desfase en cuanto a los ingresos de casi 900.000 euros, que no debe impedir que el cuadro verde puede luchar por el ascenso a la Liga de Fútbol Profesional al final de esta temporada.
Antes de dar paso a los ruegos y preguntas con los que se cerró la junta, se aprobó la prórroga del nombramiento del auditor de cuentas. Esta figura seguir corriendo a cargo, durante dos campañas más, de la empresa Audigal, que es la encargado de comprobar el correcto trabajo económico de la entidad desde la llegada al club del grupo Elite.