Horas antes del pregón, James Rhodes decía en sus redes: “estou máis nervioso por ser pregoeiro que por un concerto de dúas horas”. Unos nervios que se tuvieron que disipar nada más llegar a la villa y recibir el cariño de los eumeses que se encontró en el recorrido, cámara en mano, por Pontedeume antes de dar el pistoletazo de salida a la Festa das Peras.
El pregón, en gallego como “defensor da vosas raíces e do idioma”, fue todo un alarde de agradecimiento para la villa y para los gallegos, reconociendo sentirse “a nivel celular” como si estuviese en casa. Tras un recorrido por Galicia y la subida a las redes de las imágenes de Pontedeume alabando su belleza y la de sus gentes fue propuesto como pregonero, un nombramiento más que merecido en cada una de las frases pronunciadas en su relatorio. “Pregúntome se hai un rincón máis fermoso, encantador e máxico en Galicia e en España que este lugar tan incrible”, señalaba el prestigioso pianista.
Rhodes, que hace menos de tres años consiguió la nacionalidad española, reconoció que “é difícil como persoas atopar o noso lugar no mundo e moitos loitamos durante anos por deixar de sentirnos alleos, por atopar un sentido de pertenza e vós axudástesme a atopar o meu lugar”.
Dijo sentir, de este modo, “que formo parte das vosas raíces, do tecido da vosa cultura, da vosa comunidade, do voso adn galego”, por lo que no dudó en decir que es “un galego adoptivo”, algo que fue agradecido por el multitudinario público, con largos aplausos.
Pero Pontedeume no esperó al pregón para iniciar la fiesta en su inauguración de fiesta. Así desde primera hora hubo actividades y al mediodía la villa disfrutó de la salida de sus esperados mómaros y cabezudos, que recorrieron las calles desde la plaza del Concello. Mañana volverán a salir a las 10.00 horas y esperarán a la Virgen en la alameda a las 11.30 horas y continuarán con su recorrido durante toda la mañana.
La celebración de la tradicional Cucaña –13.00 horas– con la posterior quema del Galán será otro de los momentos más esperados de estas fiestas, con multitud de participantes en esta tradición de subir al palo y recoger la bandera.