La sección segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer el juicio contra dos hombres acusados de tráfico de estupefacientes tras ser sorprendidos por la Policía Nacional transportando un kilogramo de cocaína; un proceso por el que la Fiscalía solicitaba inicialmente siete años de prisión y que finalmente ha quedado reducido a tres tras concluir con una conformidad.
Tal y como señala el auto judicial, procedente del Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol, el incidente tuvo lugar poco antes de las siete de la mañana del pasado 7 de septiembre durante un control policial en el peaje de la AP-9 de Cabanas. Los dos acusados, a bordo de un BMW 320, fueron interceptados por los agentes a la altura de la cabina del peaje, rodeando el vehículo –el documento no detalla si la Policía tenía conocimiento de que los ahora encarcelados transportaban droga, pero parece ser que sí–.
Al verse acorralados, los acusados, lejos de rendirse, emprendieron entonces una huida a toda velocidad. De hecho, en el momento del acelerón inicial, dos de los agentes trataron de impedir la fuga, resultando uno herido en la mano y codo al ser golpeado por el espejo retrovisor y el segundo en la rodilla –además de un esguince de tobillo– al ser impactado por la carrocería.
La carrera, durante la cual los hombres trataron de deshacerse de la droga lanzándola por la ventanilla –posteriormente recuperada por los agentes– se prolongó más de lo esperado, con la Policía siguiéndolos de cerca a alta velocidad hasta llegar al término municipal de Neda. En ese punto, a la altura de la avenida de Algeciras, los agentes lograron cortar el paso a los criminales, finalizando la peligrosa huida.
Sin embargo, el incidente no concluyó ahí dado que, mientras que el copiloto aceptó su suerte y fue detenido, el conductor trató de resistirse. Se inició entonces una lucha entre uno de los agentes y el hombre, cayendo ambos al suelo, donde continuaron intercambiando golpes hasta que, finalmente, el acusado pudo ser reducido con la ayuda de otros policías. A causa de esto, el funcionario resultó herido en la mano y la muñeca.
En cuanto a la droga, el análisis posterior determinó que se trataba de 1.001,1 gramos de cocaína con una pureza del 77,8%, que habría producido unos beneficios por su venta en la calle de unos 100.025 euros –esto es, de no ser reducido dicho porcentaje con otros aditivos–.
Por todo ello, la Fiscalía solicitó en su momento una pena de siete años y tres meses de prisión contra los dos acusados por un delito de Tráfico de Drogas con el agravante de “cantidad de notoria importancia”, además de una multa de 250.000 euros por cabeza. A esto se añadiría, en el caso del conductor, otro año y nueve meses por el delito de Atentado más una sanción monetaria por el de Lesiones –además de las pertinentes indemnizaciones a los agentes heridos–.
Durante el juicio, no obstante, al admitir los acusados los hechos, se acordó la reducción de la cantidad de droga a los 739,84 gramos –por el grado de pureza y potenciales errores de medición–, lo que anularía el agravante, situando la pena en tres años cada uno y la multa en 200.025 euros –la misma cantidad que habrían obtenido de la venta–. Asimismo, por el delito de Atentado la pena pasará a seis meses, mientras que el resto de sanciones no cambian.