Coincidiendo con el 35º aniversario del fallecimiento del cabo de la Guardia Civil Fernando Amor Calvo, natural de San Sadurniño, en un atentado de ETA en el País Vasco, el cuartel de la Guardia Civil de San Sandurniño acogió ayer un acto de homenaje, que contó con la presencia de su viuda, su hija y el hermano del guardia civil asesinado,
El homenaje estuvo presidido por la subdelegada del Gobierno en A Coruña, Pilar López Rioboo. y en él estuvieron representados además del Concello anfitrión, otros municipios vecinos como Moeche, Ferrol, Vadoviño o As Somozas, a través de sus alcaldes o regidores en funciones. La Policía estuvo representada por el jefe superior de Policía de Galicia, José Luis Balseiro y asistió, asimismo, el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, Francisco Javier Jambrina
El acto tuvo lugar en las inmediaciones del cuartel y en él se descubrió una placa en recuerdo del fallecido, muerto en el año 1985 a los 25 años de edad, cuando manipulaba un artefacto explosivo colocado por ETA en la localidad alavesa de Luyando.
La subdelegada de Gobierno, Pilar López Rioboo destacó en el transcurso del reconocimiento la importancia de este acto “que partió desde los propios compañeros de la Guardia Civil destinados en San Sadurniño”, al mismo tiempo que destacó que la Benemérita “es la institución que más directamente sufrió los ataques terroristas al haber sido la más beligerante y eficaz en la lucha contra el terrorismo”.
La representante del Ejecutivo remarcó que “soy consciente que seguiremos en deuda con todas las víctimas, pero espero que podáis sentir nuestra cercanía, nuestro apoyo y nuestra solidaridad para al menos tratar de saldar una parte de esa deuda que siempre mantendremos con las personas que, como Fernando, nos han permitido consolidar nuestra libertad”.
El coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, Francisco Javier Jambrina, destacó el gesto de los agentes de San Sadurniño a la hora de acordarse de este compañero “ya que han sido sus actuales compañeros del puesto los que han decidido adquirir una placa y dedicársela como recuerdo en el interior de este cuartel, un gesto que dice mucho de sus cualidades humanas y profesionales”.
La hija del fallecido, que no llegó a conocer a su padre, también intervino en el sentido homenaje, y recordó que el atentado terrorista “cambió todos los proyectos que tenían mi padre y mi madre, que lo que más ansiaban era poder regresar a Galicia para poder disfrutar de esta tierra”.