Endesa reanuda las pruebas tras el fin de la protesta de los camioneros

El bloqueo de los accesos a la central térmica de As Pontes que los transportistas del carbón, delegados de la industria auxiliar y también de la compañía principal mantenían desde la mañana del pasado jueves llegó ayer a su fin tras unas negociaciones en las que Endesa se comprometió a retomar las pruebas con biocombustibles que suspendió horas después de que los camiones iniciasen su protesta al enterarse de la salida de dos bombas para la desulfuración de los grupos 3 y 4. 

El acuerdo obliga a la eléctrica a retomar de inmediato –será en el día de hoy con casi toda seguridad– la última fase de las pruebas de biocombustibles con residuos y carbón kazajo, además de asegurar su disposición a mediar ante los posibles gestores de un nuevo tráfico en sus instalaciones del puerto exterior de Caneliñas para que prioricen la contratación de los transportistas del carbón. En el caso de que Endesa siga utilizando esas instalaciones para acopiar carbón u otros materiales para mantener la generación eléctrica en la central pontesa, también se contará en la medida que lo permita el volumen de negocio con la experiencia de los camioneros locales. 

El portavoz de los transportistas, Manuel Bouza, expresó ayer su satisfacción por los compromisos adquiridos, a los que sumó otro “moi importante”, añadió, como es el que afecta a las bombas de desulfuración que Endesa trasladará a una central italiana esta misma semana. “Se as probas e a súa viabilidade as fan necesarias, volverán para As Pontes”, subrayó.

Ahora, los transportistas del carbón vuelven su mirada hacia la Xunta y el Gobierno, a los que afean haber “faltado á súa palabra”, lamentó Bouza. “Nós non pedimos que nos regalen os cartos, pero si que nos faciliten créditos brandos para poder facer fronte ás nosas obrigas con Facenda, Seguridade Social ou cos bancos cos que contratamos préstamos para renovar a frota”.

Auxiliares 
El acuerdo también incluye a los trabajadores de la industria auxiliar, que desde que en abril del año pasado Endesa decidió parar la generación con carbón indonesio vienen reclamando que se les tenga en cuenta en los programas de transición justa que ya se están aplicando en otras centrales que atraviesan una situación similar. 

En este caso existe una discrepancia entre sindicatos y empresa sobre el número de operarios afectados. Endesa sostiene que son 108, mientras que la parte social considera que son alrededor de 180 solo en los trabajos en la central, a los que hay que sumar los del puerto exterior, donde está la terminal de descarga de mineral, y los de la central de ciclo combinado, también en As Pontes. En total, más de 200 operarios. Las partes ratificaron el compromiso alcanzando el viernes para iniciar un diálogo y llegar a un acuerdo sobre la relación de afectados. Ayer mismo se produjo la primera reunión con una de las empresas contratistas.