Hace ya un tiempo que preocupa la falta de lluvia en Galicia y en Arousa. Ha sido un verano especialmente seco. Pero, además de a los veraneantes, esta falta de precipitaciones también ha venido como agua de mayo —ironía modo on— a los viticultores. El estado de la uva es excelente, dicen los que saben de estas cosas. Ni mildiu, ni casi ningún otro patógeno y un grado alcohólico y de maduración óptimo. Que todavía se podría mejorar. ¿Cómo? Con algo de lluvia justo antes de la vendimia. Cosa de dos o tres días. Y de forma no torrencial. O sea, como apunta la previsión meteorológica para esta próxima semana. El mundo del vino parece estar de suerte. Otra cosa son los embalses. Ya advierten que la lluvia prevista para estos días no será suficiente. A ver