el PSOE de Vilanova abría ayer un nuevo debate: Si es o no necesario trasladar las fiestas de verano, como la feria de la conserva. Dicen los socialistas que hablan en nombre de la mayoría de los vecinos cuando protestan por la ubicación de los festejos, que obligan a cortar un vial de salida al puerto y que articula el centro urbano. Lo que pasa es que el gobierno popular también siente el respaldo mayoritario a unas fiestas de bandera. La cosa se complica porque no hay una forma sencilla y evidente de saber qué piensa esa mayoría, al menos no hasta que hablen las urnas. No falta tanto.