Si lo que Rusia quería era marcar distancias con Occidente lo está consiguiendo. Gracias a su ‘actividad militar’ en Ucrania se está librando de todo rastro de imperialismo occidental. Los grandes ejemplos del capitalismo que siempre ha despreciado ese referente en lo que a naciones comunistas se refiere abandonan el país, que está a un paso de volver a ver anuncios de hamburguesas y cafés en la tele y sentir que son de un universo desconocido. Putin estará satisfecho de volver a la esencia, sobre todo porque si se le antoja un Big Mac seguro que encuentra forma de conseguirlo. FOTO: Un Starbucks cerrado en Moscú | EP