Ángel García Seoane es un alcalde de los que salen avalados por su gestión, votados sin reparar en las siglas del partido o asociación a la que representa. Cierto es que la política local es la cercanía con sus convecinos y, la verdad, es que el regidor de Oleiros y sus acciones hasta la fecha se ven reflejadas en las urnas, mayoría absoluta. Dicho queda. Sus últimas declaraciones sobre una okupación en su municipio vuelve a poner en la diana que hay personas ‘profesionales’ en asaltar viviendas ajenas (sean del banco o particulares), que luego negocian una determinada cantidad de dinero para desalojarlas. Lamentablemente la legislación española está así de puñetera en esta cuestión, puedes trabajar como un burro toda tu vida para tener una segunda vivienda que los listos de turno violentan los cierres, se instalan en ellas y luego se inicia un largo proceso judicial para desalojarlos, pero los verdaderos propietarios siguen corriendo con los gastos del inmueble. ¿Habrá que esperar que los okupas se hagan con una vivienda de un político para cambiar la legislación y acabar con esta lacra?