Tristemente las personas que se acercaron a nuestra ciudad a primera hora de la mañana se encontraron con imágenes desagradables por las huellas de basura dejadas por los que hacen botellón, no sabemos si es debido a los jóvenes o mayores, pero la cerdada en algunas zonas y calles de la ciudad de A Coruña es enorme por culpa de unos incívicos, a los que les importan un pimiento los demás y dejan mucho que desear en educación. Hace gracia que desde el Gobierno coruñés se diga que no se puede hacer nada, con lo fácil que resultaría recaudar a estos ‘basureros profesionales’ por no recoger los restos del botellón y mear en la vía pública. Claro que después obligan, por ley, que en los pises de los canes hay que echar agua, cuando todo el mundo sabe que los meos que más huelen son los de los humanos y humanes, por si alguna o algune, se cabrea. Ya hay que empezar a atajar este problema de limpieza de una vez por todas y que el Ayuntamiento deje de mirar para otro lado, porque gestionar la ciudad también es ir contra los cochinos que la ensucian y menosprecian las normas básicas.