Sorpresa, lo que es sorpresa, no es. Lo único es que a nadie con dos dedos de frente se le hubiera ocurrido secuestrar el Globo de San Roque. Parecía imposible, pero se hizo. Ahora resulta que uno de los copropietarios dice abiertamente en público que la suspensión del lanzamiento del símbolo de las fiestas de Betanzos se debe al retraso en los pagos y una cuestión política. Hala, listo. Aclarado el asunto. Lo que falta por saber es que dice el otro copropietario, que a la sazón es su hermano, que guarda silencio sobre la cuestión. ¿Está de acuerdo con lo que dice Jaime? ¿Tiene algo que decir? La cruda realidad es conocer por qué razón se decide suspender uno de los iconos de las Fiestas de San Roque, que también lo es de Galicia. Antes de semejante decisión, que pone a Betanzos en jaque en sus mes grande, estaría bien que se denunciase públicamente cualquier anomalía, con el fin de que los vecinos supieran las verdaderas causas. El Globo, por mucho que se empeñen, ya es propiedad de todo un pueblo. Ese fue el espíritu de su fundador, ensalzar Betanzos.