Que Vilaxoán existe es una reivindicación que un buen número de vecinos tuvieron que hacer ayer, porque, según denuncian, no es algo tan obvio como puede parecer a primera vista. La primera concentración de un movimiento vecinal que, avisan, solo ha comenzado ha dejado claro el hartazgo de los residentes con el reparto de culpas y la falta de iniciativa de las administraciones. Ayer cargaron contra todas, dejando claros los deberes. Estos no son otros que los ya conocidos, porque sus demandas son prácticamente históricas: mejora de la playa, del subsuelo, asfaltados... inversiones que este enclave necesita y cuya falta consideran los vecinos que puede estar detrás de una baja demografía. Quizás justo ahora antes de unas elecciones logren alguna promesa.