EL Partido Popular vio en el reparto de los fondos europeos que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez un filón. Comenzó a quejarse de los criterios que se están utilizando para distribuir los euros asegurando que se favorece a los afines políticamente y, un buen día, se lio la manta a la cabeza y decidió irse a Bruselas a denunciar esa arbitrariedad. El problema es que en la capital de la UE no les gustó nada que pusieran en duda el control que sobre esos fondos establece la Comisión y poco menos que los hicieron salir por la puerta de atrás. Aún así, el PP no ceja en su intento de desprestigiar a Sánchez y los suyos y, hasta Nadia Calviño ha salido a la palestra para pedir que cese el acoso, ya que lo único que puede provocar es que se puedan perder. La intención de la ministra puede ser buena, pero no parece que Casado y los suyos vayan a soltar su presa. FOTO: Nadia calviño, ministra de economía| aec