Las playas, nuevas víctimas del fuego

Las playas, nuevas víctimas del fuego
Restos de una hoguera | aec

La noche de San Juan tiene mucho de magia y de misterio, y si no es así, lo tiene que ser. Hace años solo cuatro gatos pardos iban a las playas en esa fecha y quemaban cuatro ramas y algún resto que hallaban entre la arena. Una guitarra y una queimada y allí acababa todo. Pero se metieron los concellos y los arenales se convirtieron en un quemador de basuras y restos de mobiliarios, a los que modernamente se les unió el arrase de apuntes escolares. En consecuencia, los arenales más conocidos están a salvo, pero los escondidos van a tener flotando plásticos, huesos, botellas y latas durante varias mareas.

Las playas, nuevas víctimas del fuego

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