Hay políticos que siguen cometiendo errores de los graves. En A Coruña pasó con el anterior Gobierno municipal, mucho postureo con pancartita en la balconada del palacio de María Pita, pero un desastre a la hora de representar de verdad al pueblo de A Coruña. A sus ciudadanos. Fue un mandato perdido para la ciudad herculina y es que al Ayuntamiento no se debería de llegar para aprender a gobernar. Claro que también hay asesores, algunos profesionales y otros no, que deberían advertir a los que les pagan generosamente como ‘fontaneros’, que un alcade o alcaldesa está para representar a todos sus ciudadanos, no solo a los amiguitos. Si a estas alturas todavía no tenemos claro esto, mal vamos. Ayer la plaza de María Pita se celebró un acto multitudionario civil, con más de 200 vecinos que juraron bandera. Y otra vez, como ocurrió en el anterior mandato, la primera autoridad de la ciudad no estuvo. Hubo representación municipal, faltaría más, pero al solemne acto le faltó su alcaldesa. Y el no estar con su gente suma negativamente en su debe.