Pablo Iglesias no aguantaba callado más tiempo

Urticaria debía de tener Pablo Iglesias, con tanta actividad gubernamental sobre la que opinar y ningún foro donde su voz se escuchase con un mínimo de repercusión nacional. Menos mal que ahí estaba la campaña electoral de Castilla y León. Por cierto, los que apostaron que el exlíder podemita iba a tardar menos de diez meses en cargar abiertamente contra el Ejecutivo han ganado. El que se abrazase a Pedro Sánchez como a un mesías cuando se anunció el acuerdo de gobierno, dice ahora que el presidente “se ha equivocado” al echar “a los leones” al ministro de Consumo en la polémica sobre el sector cárnico. Y jura que Alberto Garzón es víctima de un bulo del que saldrá más fuerte. La manía que la ha entrado a este señor con atacar cualquier información que no esté en su línea de pensamiento es de hacérselo mirar. Sobre todo porque aunque quizá la entrevista al ministro no ha sido todo lo precisa posible, él se ha reafirmado en lo sustancial.