Las ciudades evolucionan con el paso de los años con nuevos conceptos de movilidad urbana. Poco a poco han ido ganando espacios para las personas y reduciendo el paso de vehículos, pese a que estas medidas siempre tienen contestación social, al menos en su etapa inicial, porque todo cambio, aunque a medio plazo logre el aplauso de la mayoría, puede resultar incómodo al principio. Vilagarcía es un ejemplo de ello con la implantación de un modelo más sostenible en el que los peatones ganan protagonismo en las calles. Todo ello se debate en el Obradoiro Ágora de la Diputación de Pontevedra, donde la capital arousana es un ejemplo de movilidad con su apuesta por las ciclovías y los caminos escolares seguros.