No va a ser tarea fácil convencer a los coruñeses de que abandonen el coche en favor de otras alternativas de movilidad más sostenibles. Menos mal que en el Gobierno local lo tienen claro y no les va a suponer una decepción si los conductores deciden, por ejemplo, que va a subir cuestas a pie Rita la cantaora. Porque resulta que hay ciudad más allá de La Marina y el Paseo Marítimo y está en alto. Son conscientes en María Pita, ya decimos, de que la empresa es complicada. Ni la baza de la calidad ambiental pueden jugar, que aquí el aire –viento la mayor parte de las veces– es limpio. Solo queda apelar a la buena voluntad y ofrecer alternativas que realmente merezcan la pena. La opción de la bici es buena para cierta parte de la población, pero a esa mayoría que va con bolsas, niños o unos cuantos años a la espalda lo que le hace falta es un servicio de transporte público impecable. Igual se puede empezar por ahí la campaña pedagógica...