La solidaridad es uno de los mejores termómetros de una sociedad sana. Así, aunque a veces recurramos al argumento genérico del individualismo creciente, la realidad es que, cuando se activan las alarmas, hay muchas personas dispuestas a echar una mano. Los bomberos de Ferrol y de Narón son un ejemplo, como prueba su desplazamiento a Ourense para luchar contra el fuego.