La mano que no tiembla

este miércoles nos acompañó en la redacción Inés Rey –bien amada alcaldesa de todos los coruñeses– que dijo que no le temblaría la mano con respecto a las multas a los locales que no cumpliesen las normas, o su cierre, si fuese necesario. Seguro que todo el que viva en el entorno de un establecimiento de hostelería –y más si es nocturno― ha aplaudido hasta con las orejas estas palabras de la alcaldesa, porque si hay un derecho “sagradérrimo” es el de descansar, qué caray, que ya nos estresa bastante la vida. Multas y cierres están bien, pero en muchos casos no son los locales los culpables de los ruidos, peleas ni agüitas amarillas con sus cheiros insoportables por los rincones; lo de la educación tiene mucho que ver. Habrá que volver a los manuales de urbanidad y buenas costumbres, que no eran sino compendios de amabilidad y respeto al prójimo. ¿Tanto nos cuesta? ¿Sí? Pues nada, caña. Que no nos tiemble la mano. Como decía la canción: “Mucha, mucha policía…”.

La mano que no tiembla

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