La moda de decorar las casas con motivos propios del Samaín, o Halloween para los anglosajones, se está poniendo de moda en las comarcas arousanas. Cada vez son más los vecinos que caracterizan sus viviendas para la conmemoración del momento y más que moradas parecen casas del terror que atraen a numerosas personas para admirarlas. Mónica Vejo, una vecina de Setecoros, en el municipio de Valga, lleva unos años disfrazando su casa con muñecos y luces y en poco tiempo se ha convertido ya en todo un referente y casi una visita obligada. Lo cierto es que cada vez son más los concellos que programan actividades relacionadas con el Samaín de tal modo que abundan los desfiles terroríficos y los disfraces de niños que ahora también viven en museos del terror.