Si es que nos creemos espabilados pero nos la cuelan como quieren. No hace falta más que una publicación en una red social para que se nos nuble la razón y asumamos como cierto hasta lo más disparatado. Para muestra, los miles que se quedaron extasiados ante la imagen de la estrella Próxima Centauri publicada por el científico francés Etienne Klein y que no era más que una rodaja de chorizo. Tal ha sido la repercusión, con grandes medios de comunicación entre las víctimas del bulo, que el hombre ha tenido que pedir disculpas por la broma y justificar que lo único que pretendía era poner el foco sobre la necesidad de ser cautelosos ante las imágenes falsas que circulan en la red. Que no se disculpe, que lo suyo ha sido una labor social. De vez en cuando nos hace falta que nos recuerden que no todo lo que vemos en internet es real. Eso sí, ahora no vamos a parar de pensar en la idea de cuerpos celestes hechos de embutido. Menos mal que ya hemos superado la operación bikini.