El número de viajes en autobús realizados en A Coruña el año pasado supera los veinte millones. Esta es una cifra que puede parecer mucho o escasa, pero crece un 23 por ciento con respecto al anterior registro. Lo cierto es que la cantidad de viajes debe crecer más, por lo menos para aflojar el colapso que sufren la vías coruñesas en las horas del día con actividad normal. También es curioso el incremento de viajeros universitarios que tiran del bus para acercarse a sus centros de estudio. Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que subir hasta A Zapateira era todo un trabajo de riesgo cuando se quería ir en el único transporte público que había y cuánto hay que agradecer a aquellos voluntariosos estudiantes que se reunían con la dirección de la compañía de buses para implorarles que habilitasen algún que otro autocar más en las horas de entrada y salida. En fin, os tempos son chegados y la Universidad parece formar parte del paisaje coruñés y no un apósito.