La crisis de producción que desde hace meses afecta al sector del mar ya se deja sentir en el empleo en las cofradías de pescadores de la Ría de Arousa. El primer pósito en sufrir las consecuencias de manera directa es el de Vilanova, cuyo patrón mayor anunció un ERTE, cuyas condiciones todavía se tienen que negociar, para toda su plantilla y que comenzaría el 1 de febrero y se prolongaría hasta abril, fecha en la que está prevista la apertura de nuevas concesiones con la esperanza de que la situación mejore. Este no es un caso aislado, ya que todas las cofradías arousanas no están pasando por su mejor momento como consecuencia de la falta de marisco, por lo que urge una solución porque el sustento de miles de familias depende de ello.