Si viven en Vilagarcía o la visitan verán una valla aquí, otra allá. Y, con suerte, no se toparán con un nuevo desprendimiento de fachada. La cosa ha llegado a tanto que el Concello ha tomado nota y anuncia que pondrá coto a tanto vallado. Por el momento, revisará los expedientes abiertos de desprendimiento de fachada, siendo menos flexible con los plazos de reparación que se dan a las comunidades de vecinos. Hay casos que claman al cielo, con vallas que ya comienzan a comer la maleza, de tantos meses que han pasado. También se anuncian sanciones. Al final, tal vez el miedo a la multa funcione. Veremos.