Y unos cuantos euros más, que será lo que nos cueste el cambio en el servicio de recogida de basuras. Ahora nos toca nueva lección de separación de desperdicios y poner un cubito más en casa para tenerlos bien separados. En muchos pisos no cabrá, ya se lo decimos, porque cada vez son más pequeños. Que sí, que vale, que todo eso del reciclaje y seguir las normas europeas está muy bien, pero nos da la impresión de que cada vez nos hacen trabajar más y encima no nos pagan por ello; es más, nos cobran. Ya veremos cuánto nos sube el recibo de la recogida de basuras. Dentro de poco vamos a tener que llevar las bolsitas personalmente a Nostián, y si no, al tiempo. Esperemos que pongan un autobús especial, porque imagino que no nos las dejarán llevar en coche particular, por eso de la contaminación. En fin, que separamos la basura nosotros, nos echamos la gasolina nosotros, nos cobramos la compra nosotros, nos servimos la comida nosotros, hacemos de banqueros nosotros... Y no nos descuentan ni medio euro por el esfuerzo, oigan. Qué negocio tan redondo. Nosotros también queremos uno así.