En el Gobierno y sus socios andan ‘como motos’. La consigna es presionar por todos los lados a Carles Puigdemont y los suyos para tratar de mantenerse en el poder y cerrar la crisis a cualquier precio. Todos los socios están poniendo la carne en el asador, tanto que hasta el BNG está implicado en esa tarea. Tienen miedo los nacionalistas de que el pacto para que Ana Pontón sea presidenta, si tiene posibilidad, se venga abajo. Hay muchos nervios estos días y todo porque los jueces están empeñados en aplicar la ley contra aquellos que han atentado gravemente contra la convivencia de todos los españoles y la Constitución.