Quien no estuvo fue porque no quiso. Y a tenor de las imágenes nadie se quiso perder la apertura de las puertas de la Casa de Parga, adquirida por el Concello de Meis para reconvertirla en centro de salud, no sin pocos contratiempos políticos y de gestión. El caso es que la toma de posesión simbólica por parte del pueblo reunió a miles de personas en uno de los actos que se recordarán durante años porque sirvió, además, para dar el pistoletazo de salida a las fiestas de San Benito, que tienen en la degustación de callos su plato fuerte. Sí, será una comida con fundamento a cuarenta grados a la sombra.