Antes de la pandemia ver un lineal vacío de alimentos era muy raro; llegó el covid y fue algo más normal; ahora los consumidores observan estantes en los que escasean leche o huevos y que hacen pensar en un adiós a la época de nadar en la abundancia. Las fuentes del sector coinciden: no es que vaya a haber desabastecimiento pero sí escasez en momentos puntuales y es debido a una reestructuración que, en el caso de la ganadería, pasa por tener menos animales en producción. Se debe al hecho de que el ganadero sigue teniendo dificultades para repercutir todos sus costes. En el caso de los huevos es la eliminación progresiva del sistema intensivo.