Qué mala suerte tienes muchacho –o muchacha, porque, de momento, no sabemos oficialmente qué es–. Si te llamases Banksy y pintases niñas con globito, no te dirían que estás emporcallando la ciudad; te dirían que eres la repanocha y estarían deseando que vinieses a emporcallarla en plan industrial, para que fuésemos la envidia del mundo mundial y la galaxia entera viniese en barco, tren, avión o nave espacial a admirar la urbe más emporcallada por Banksy, mira tú qué cosas. Y es que la pela es la pela, anónimo artista, qué le quieres. Bien es cierto que el que da primero da dos veces y en este caso ha sido Banksy. Y sí, vale, lo de Banksy tiene mensajito y todo eso. Pero a nosotros tus porcalladas nos gustan más, así te lo decimos. Nos parecen muy limpitas, muy ordenadas, no estropean nada y son un guiño a nuestra fermosa ciudad y a nuestra leyenda hercúlea. ¿Se puede pedir más por menos?