La alimentación sigue en liza

La alimentación sigue en liza
Trigo | aec

Un año después del comienzo de la guerra en Ucrania, el sector de la agroalimentación, tanto en el segmento primario como en el gran consumo, sigue sufriendo un sobrecoste debido a las disrupciones en logística y transporte y al incremento del precio del carburante que ha ocasionado el conflicto. El acuerdo al que Rusia accedió en verano para reactivar el transporte de cereales desde Ucrania ha paliado en parte la conmoción que provocó el inicio de la guerra, que paralizó la actividad en los puertos y centros logísticos de los países en contienda. La guerra ha ocasionado una espiral inflacionista que ha alcanzado al precio del combustible agrícola, usado también para embarcaciones pesqueras, y que ha pasado de costar menos de 0,71 euros el litro en los días previos a la invasión a cerca de 1,1 euros esta semana. Las distorsiones en la red logística y el incremento de los precios del combustible se han transmitido a toda la cadena alimentaria hasta llegar al consumidor final y se cuentan entre las causas de la subida de precio que han experimentado los alimentos.

La alimentación sigue en liza

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